La obra Cuarto Oscuro parte de los revelados de imágenes que acontecen en estos espacios liminales entre lo público y lo privado; allí se movilizan  imaginarios de ´lo gay´ y el deseo homoerótico que se sale del clóset para revelarse inesperado, a veces con culpa y violencia, a veces con timidez y hasta con ternura. En este Cuarto Oscuro proponemos a los públicos circular libremente en los tres niveles de Artestudio.

En este deambular de la exposición coreográfica se desnudan masculinidades tóxicas y violencias simbólicas, a través de metáforas escénicas y plásticas heterogéneas, de recuerdos infantiles que juegan con las fantasías uniformadas y los estereotipos románticos de la pareja heterosexual replicado por los homosexuales. Más allá del deseo físico, la obra evoca también la estigmatización machista en torno a la belleza femenina y el sometimiento espacial del cuerpo que se impone en la pirámide social.