Cuando muchos cálculos pronosticaban un bajón en la población estudiantil de todas las universidades, sobre todo de las privadas, pero también en las públicas, en la Universidad Distrital Francisco José de Caldas ha sucedido todo lo contrario, pues esta ha crecido en una proporción significativa.

Las condiciones adversas en las que se ha desenvuelto la marcha académica e institucional durante los últimos años, incluida la difícil coyuntura de la pandemia, conspiraban sin duda contra la permanencia de muchos estudiantes en el desarrollo normal de los calendarios académicos en cada semestre. Sin embargo, en el año 2019 y en el primer semestre de 2020, la matrícula (o sea, la cantidad de estudiantes que cursan su respectivo semestre) se mantuvo estable, solo para dispararse en el segundo semestre de este año, en el que la cobertura tuvo una elevación del 6 por ciento, algo que en términos cuantitativos representó un salto de 27.752 estudiantes a 29.412,  una cantidad no muy lejana de los 30.000. En todo caso la cifra absoluta más alta en toda la historia de la universidad, similar a las de 2010. 

Fuente: Spagobi.

Este crecimiento en términos absolutos se puede reflejar en la siguiente gráfica de barras que dibuja una curva en ascenso.

Fuente: Spagobi.

El acumulado entre 2017 y 2020, en el segundo semestre, indica una elevación del 9,8% en la cobertura de estudiantes, sumados todos los programas académicos. En este acumulado queda incluido el salto entre el primer semestre de 2020 y el segundo semestre. En el primero hubo un total de 28.406, o sea ya con una tendencia ascendente, mientras que, en el segundo, el crecimiento sustantivo se consolidó, pues el total estuvo representado por la cifra de 29.412, lo que en términos globales significó un 3,5%. Ahora bien, si solo se contabiliza la población de pregrado, esta saltó de 25.181 a 26.150, lo que en términos porcentuales quiere decir que el crecimiento estuvo cifrado en 3.8%, una proporción realmente grande en las tendencias históricas de la Universidad.

Este salto del 3,8% en un semestre refleja el hecho de que casi 1.000 estudiantes adicionales se matricularon, algo digno de tener en cuenta. Esto es quizás comparable con lo acontecido entre 2004 y 2005, momento en el que se presentó un ascenso de la cobertura representado en 3.500 nuevos estudiantes, un porcentaje cercano al 17%.

Fuente: Oficina Asesora de Sistemas.

Así pues la Universidad Distrital crece en lo que se refiere a cobertura, de una manera muy diciente, en medio de la crisis que va implicada en la no presencialidad de las clases, todo lo cual convierte la presencia de estos datos en un fenómeno muy interesante.

Es muy probable que el esfuerzo hecho con los programas de apoyo para la conectividad y la disponibilidad de dispositivos electrónicos terminales como las tablets, lo mismo que el caso de la matrícula cero, además del plan alimentario ya existente, hayan sido todos ellos factores de equidad social, de ayudas pedagógicas y didácticas, muy favorables para este crecimiento en la cobertura.

En esta coyuntura, algunos datos hablan de una disminución en el conjunto de las universidades públicas en un porcentaje del 10%; otros, lo cifran en casi el 4%. Si fuera cierto el primer cálculo, la Universidad Distrital estaría, en esta materia, en un 20% de crecimiento en la población estudiantil superior al promedio nacional, lo que no deja de ser impactante en un momento crítico como el actual. Pero, aún si lo cierto fuera lo que contempla el cálculo segundo, la Distrital habría crecido un 14% más que ese promedio nacional: un aporte supremamente importante para el país y la ciudad.

La cobertura mide el acceso de los jóvenes a la educación superior. Ella sin embargo debe ir de la mano de la calidad, dimensión esta con la que está comprometida la Universidad de una manera muy especial. Articular cobertura, calidad y pertinencia cabe en la línea misional de la formación y la docencia, necesaria, ahora como siempre, del apoyo incondicional del Estado.