Publicado el 22 de julio del 2022 - Actualizado el 22 de julio del 2022

¿Sabías qué... Según cifras del DANE (2017), de las horas dedicadas al trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, el 78% son realizadas por mujeres?, este tipo de trabajo, aporta cerca de $185.7 billones, lo que representa el 20% del PIB del país y el 76% de este valor, lo siguen aportando las mujeres. Ahora bien, a nivel mundial, de acuerdo a la OIT (2016), la cifra de personas trabajadoras domésticas se aproxima a los 67 millones, de las cuales, 60 millones no tienen acceso a seguridad social y 55 millones de ellas son mujeres.

Para nadie es un secreto que el trabajo doméstico permite que el grupo familiar sobre el cual no recae dicha labor, pueda emplearse de forma remunerada fuera del hogar, ¿A quién no le gusta llegar a su hogar y encontrar comida caliente, las cosas limpias y en su lugar o, tal vez,  sin preocuparse del cuidado de sus hijos? pero, ¿por qué estas labores son mayoritariamente realizadas por mujeres? Desde que éramos niñas nos enseñaron a ser hacendosas, a ser limpias y ordenadas, sobre muchas de nosotras recaían las obligaciones del aseo de la casa, el cuidado de los hermanos menores, la cocina y el atender a nuestros mayores. Sin ánimo de generalizar pero atendiendo a las cifras, se puede decir que estos roles y estereotipos asociados al sexo y al género han determinado nuestra forma de ser, pensar y actuar en el mundo. ¿Quién no ha pensado que es más seguro dejar a sus hijas e hijos con una mujer que con un hombre? Por siglos las mujeres hemos sido asociadas a las actividades del cuidado, situación reflejada en las mismas dinámicas de profesionalización, como por ejemplo las carreras de educación infantil, en las cuales de 30 estudiantes apenas el 10% son hombres.

Todas aquellas actividades realizadas en el escenario doméstico permiten que la economía de un país crezca y se desarrolle, sin embargo, muchas veces pasan desapercibidas, como si fueran invisibles y minorizadas frente a grandes trabajos como la gerencia, la ingeniería y la toma de decisiones, reforzando el valor superior de la esfera pública sobre la privada, la cual es el cimiento de la vida y el entorno. Así es, mientras la sociedad progresa, existen gran cantidad de personas, en su mayoría mujeres, que no pueden acceder al empleo remunerado y de tiempo completo, estudiar, disfrutar de sus gustos o tiempos libres.

El 22 de julio, se conmemora el Día Internacional del Trabajo doméstico y de cuidado no remunerado en busca del reconocimiento social y la valoración económica de las labores que, cotidianamente, realizan las personas, mayormente las mujeres, al interior de sus hogares aportando al desarrollo del país y del mundo, esto, gracias al Segundo Encuentro Feminista Latinoamericano y Del Caribe de 1983, realizado en Lima, Perú. En Colombia, la ley 1413 de 2010 define el trabajo de hogar no remunerado como: "servicios domésticos, personales y de cuidados generados y consumidos dentro del propio hogar por los que no se percibe retribución económica directa". Esta ley ha podido apuntalar procesos de diagnóstico y estadísticos en donde se ha evidenciado el uso del tiempo de las mujeres, aportando al reconocimiento de dicha labor en la economía y abriendo el camino a una valoración económica.

Sin embargo, aun son muchos los retos si entendemos que, para que las mujeres podamos acceder a trabajos remunerados y desarrollarnos en la vida pública, muchas veces debemos realizar esfuerzos superiores a otras personas o, delegar en otras, no necesariamente mujeres, las labores del hogar y del cuidado. Es bueno que un día como hoy, la academia tenga un pretexto para pensar y reflexionar al respecto. Para terminar, algunas preguntas que podrían ayudarnos a problematizar dentro de nuestros círculos del saber: ¿Qué tanta producción académica están realizando las mujeres? ¿Cómo podemos potenciarla? ¿Cuáles son las razones de la deserción estudiantil, desde una mirada de género y diferenciada? ¿Cómo podemos conciliar la vida familiar con la vida académica, investigativa y laboral? Los tiempos cambian y las dinámicas también.

Sistema Integrado de Comunicaciones
Fuente de información: Rectoría
Angely Katherine Torres Melo - Asesora de Asuntos de Género, Diversidades Sexuales y Derechos Humanos
Universidad Distrital Francisco José de Caldas