Como parte de la gestión ambiental en Cundinamarca, el movimiento ha conseguido la firma de la “Política del Agua” en el municipio de Chía.

Carlos Mario López es estudiante de la Maestría en Comunicación y Educación y egresado del programa en Educación Básica con énfasis en Ciencias Sociales, quien es a su vez, director del movimiento Alianza por el Agua; una organización con visión ambiental, social y política que trabaja en la defensa de la vida, los animales, el agua y de lo público.

Su lucha a favor del medio ambiente inició hace más de seis años, con un grupo de personas preocupadas por causas ambientales y por el ordenamiento territorial. “Hicimos un gran trabajo durante mucho tiempo y posteriormente nos convertimos en un movimiento porque rompimos fronteras y entendimos que éstas son humanas y no ambientales”. Explica.

López, en su función no solamente como estudiante activo, sino como egresado de la institución, direcciona su formación profesional al desarrollo de proyectos con comunidades, siempre en pro del medio ambiente. Sus inicios en este mundo fueron de la mano de sus docentes y compañeros de clase, proponiendo estrategias para el cuidado del ambiente dentro de la institución.

“Como profesor de Ciencias Sociales, es muy importante poder construir democracia participativa y cuando hablamos de ello, significa que somos la ciudadanía, el movimiento social, los encargados de formular las políticas públicas, pero además de eso, de comprometer a nuestros dirigentes en esas políticas”.

Al respecto, siendo uno de los grandes logros que ha alcanzado el colectivo bajo el direccionamiento del estudiante y egresado, el pasado 28 de abril consiguieron la firma de la Política del Agua, una propuesta programática que cuenta con doce mínimos ambientales para la adaptación de Chía al cambio climático, el respeto por los derechos de los animales y los ambientales.  

Dichos mínimos ambientales se resumen en acciones como, la recuperación del humedal Chucua de Fagua; implementación, promoción y producción de energías limpias; recuperación y conservación de corredores ecológicos; emprendimiento sostenible; seguridad alimentaria; protección animal; uso de empaques y recipientes biodegradables; protección de la reserva Thomas Van der Hammen y la Política de separación y reutilización de residuos.

Otro de los provechos que se pueden destacar con la firma de la Política del Agua, es la invitación al proceso a tres de los seis precandidatos a la Alcaldía de Chía, que se animaron a asistir al acto simbólico para conocer los doce mínimos ambientales y para comprometerse con la transformación del municipio en cuanto al cambio climático; asimismo, para trabajar a favor de garantías sobre el respeto al derecho de la naturaleza y preservación de las fuentes hídricas.

En relación con lo anterior, López menciona: “Queremos que los candidatos sean los que se comprometan en su gobierno con la Política del Agua para que se convierta en un acuerdo, llegue al programa de gobierno y en mandato se convierta en un deber constitucional”.

Dentro de la propuesta, el colectivo plantea cuatro mesas de trabajo, entre tanto se dé la inscripción de los planes de gobierno, para planificar la implementación de los mencionados mínimos ambientales.

Sin embargo, como adelanto al proceso, el egresado resalta la labor del colectivo y el Movimiento Animalista de Bogotá y Cundinamarca cuando consiguieron acabar el proyecto de coleo que pretendía institucionalizar esta actividad como un deporte para la copa mundial de Medina: “Era una ordenanza que estaba en la asamblea departamental y logramos a través de los debates hundir este proyecto”.

Finalmente, se contempla seguir avanzando en hacer realidad la ejecución de esta política y posteriormente, se planteará en otras ciudades y municipios como Bogotá, Zipaquirá, Cota, Tabio, Subachoque, Tenjo, San Francisco y Facatativá.

Escuchar entrevista completa del martes 30 de abril del 2019.