Publicado el 26 de mayo del 2022 - Actualizado el 26 de mayo del 2022

En el marco de la Semana contra la desaparición forzada en Colombia y dando continuidad a las actividades programadas al cumplirse 40 años del Caso Colectivo 82, se llevará a cabo una interesante actividad que incluye el séptimo arte y que pretende sensibilizar sobre la desaparición forzada en Colombia y el mundo.

Para la realización de esta actividad se han unido Decanatura de la Facultad de Ciencias y Educación de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado, la Asociación Otras Voces, el Colectivo Orlando Fals Borda, el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas.

Las actividades y conmemoraciones que se han realizado en los primeros cuatro meses del año y las acciones que se realizarán durante este año 2022, buscan dignificar a las personas víctimas de desaparición forzada, y además visibilizar ante la sociedad, la impunidad y también la persistencia y resistencia de las familias.

En esta oportunidad homenajeamos a  Francisco Antonio Medina y Rodolfo Espitia dos de las trece personas víctimas de desaparición que hacen parte del Caso Colectivo 82.

En diálogo con otros casos de desaparición forzada en América, conoceremos en voz de Ana María Careaga, el caso de su madre Esther Ballestrino de Carega, Madre fundadora de Plaza de Mayo y víctima de los vuelos de la muerte en la Argentina. Conversaremos con Pablo Díaz sobreviviente de la acción militar conocida como “La noche de los lápices”, para lo que se transmitirá previamente la película.

Veremos cómo lo que ocurrió ayer sigue repitiéndose hoy, será la directora de la UBPD quien hablará de las cifras y explicará porqué hay tal variedad

 

Caso Colectivo 82

El Caso Colectivo 82 surge por la detención/desaparición forzada de trece personas entre los meses de marzo a septiembre de 1982, ocho eran estudiantes de Universidades Públicas, una de ellas de la Universidad Distrital. Aunando esfuerzos el Colectivo busca apoyo de personas, entidades nacionales e internacionales y organizaciones de la sociedad civil para lograr que el Caso Colectivo sea declarado un crimen de lesa humanidad.

 

Francisco Antonio Medina es un agricultor que tenía 36 años cuando fue detenido desaparecido forzadamente.

Salió de su residencia ubicada en el barrio Ricaurte de Bogotá, la mañana del 13 de septiembre de 1982, fecha en la cual fue visto con vida por última vez.

Antonio, su esposa Mariela y sus seis pequeños hijos, compartían su vivienda con Arnulfo Medina, hermano de Antonio y su familia.  

El 13 de septiembre, Antonio se proponía cumplir una cita con su antiguo patrón, el señor Antonio Ricaurte y luego verse con su hermano Arnulfo.  Como quiera que Antonio no llegó a la cita, Arnulfo decidió regresar a la casa de habitación que ambos compartían y al llegar a ella encontró personal del F2 que bajo el mando del mayor Vanegas había realizado allanamiento y registro a la misma.  

Arnulfo fue detenido y torturado por miembros del F2, quienes pretendían arrancarle una confesión: que él y su hermano Antonio estaban vinculados a un secuestro.  Uno de los agentes le manifestó durante la tortura, que confesara pues a su hermano ya lo habían matado y que si él se negaba a confesar le sucedería lo mismo.  

La noche del 13 de septiembre Antonio apareció muerto como resultado de un supuesto operativo antisecuestro en la población de Anolaima.  

La versión oficial del F2 fue que Francisco Antonio Medina pertenecía a una banda de secuestradores y que había sido dado de baja durante el rescate de la señora Stella Rodríguez y su menor hijo, quienes habían sido secuestrados en Bogotá.

 

Rodolfo Espitia Es el hijo de don Ignacio Espitia y la señora Bertica Rodríguez vecinos muy respetuosos, amables. Tenían una sastrería que podemos decir sin equivocarnos que era de alta costura pues don Ignacio tenía clientes prestantes de la época hace 50 años o más años.

Otros miembros de la familia Espitia Rodríguez eran Orlando y Nacho sus hermanos.

Rodolfo o Fito cómo le decían sus amigos, era un muchacho tímido, introvertido, de pocas palabras, guapo y simpático que perteneció a los boy scouts hasta los 12 años aproximadamente.

Terminó su bachillerato en el colegio distrital José María Córdoba, siempre estudió en la jornada de la tarde igual que sus amigos de la cuadra.

Su desaparición causó gran sufrimiento y dolor a la familia lo que precipitó y aceleró los procesos de enfermedad que ellos padecían. Hoy sólo sus amigos podemos contar y traer a nuestra mente lo que fue Fito.

 

Bienvenidos a una jornada de interacción, reflexión y construcción de memoria.

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Fuente de información: Facultad de Ciencias y Educación
Facultad de Ciencias y Educación
Universidad Distrital Francisco José de Caldas