Resulta completamente lógica la inconformidad expresada por los sectores trabajadores contra el paquete de medidas, contenidas en la Reforma Tributaria. Por otra parte, son razonables las críticas formuladas por diversos actores políticos, sociales y económicos.

Aunque es necesario el nuevo recaudo de ingresos para responder a los egresos enormes que exige el hacerle frente a la crisis desatada por la pandemia del coronavirus, especialmente, para cubrir el gasto social, no es conveniente la sobrecarga de impuestos en medio de un periodo de recesión, por causa de la quiebra de muchas empresas y por el aumento del desempleo, con unos efectos desastrosos para las clases populares.

En particular, aparecen como inconvenientes algunas decisiones, tales como la ampliación del IVA para productos que terminan siendo componentes de la canasta familiar. Son improcedentes y lesivos los gravámenes sobre los servicios públicos, las pensiones y los servicios funerarios; esto, solo para ilustrar el asunto con algunos casos.

Un consenso entre el gobierno, las fuerzas políticas y el mundo de los trabajadores, podría encontrar las condiciones para integrar diversas fuentes como las tributarias y además parcialmente la deuda pública, a fin de dar impulso desde el Estado a la actividad productiva, al tiempo que propicia la equidad, con alguna modalidad efectiva de la renta básica y con, por ejemplo, la matrícula 0 para las universidades públicas.

En estas circunstancias críticas, no lo olvidemos, la Universidad Distrital ha contribuido, como pocas, a mitigar los resultados empobrecedores de la pandemia y a fomentar la equidad social para el desarrollo académico. Ha hecho préstamos de dispositivos electrónicos como las tablets a 2.600 estudiantes. Así mismo, ha distribuido bonos alimentarios redimibles en mercados, en un número mayor a 28.000 por cada periodo académico. Y, sobre todo, ha facilitado la matrícula 0; esto es, la gratuidad, durante el segundo semestre de 2020 y el primero de este año 2021, en curso.

De esta manera, la Universidad Distrital Francisco José de Caldas le imprime a sus funciones misionales un claro sello social, inspirado en la justicia y en la transformación.

¡Por una Universidad más científica y creativa; más crítica y ciudadana!

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