El próximo miércoles 30 de noviembre se llevará a cabo la muestra final de semestre de la electiva "Estéticas drag, trans y queer para una sociedad igualitaria", dirigida por el docente Jorge Peñuela. En esta ocasión, será una invención colectiva hecha por estudiantes de la Facultad de Artes ASAB en homenaje a la memoria de María Mercedes Carranza, una artista trabajadora por la paz.
A todas aquellas mujeres que les robaron el canto de ser sí mismas en libertad.
Veinte años sin María Mercedes Carranza, hija de la poesía colombiana y el arte del siglo XX. El 11 de julio 2003, partió hacia las Islas de Los Bienaventurados, aquel espacio en donde residen las y los inmortales, según indican muchos relatos antiguos.
En el siglo XVIII, las mujeres reinventan el uso del corsé, prenda diseñada en el siglo XIII para los caballeros de las guerras propias de la época. Las mujeres modernas se apropian de la masculinidad avasalladora y guerrerista. Transforman la simbólica medieval, el corsé y sus rituales de guerra. El corsé deja de ser un canto de guerra, una marcha marcial, y se transforma en una multiplicidad de cantos de amor, se constituye como danza performativa, consiste en escrituras de libertad, configura un llamado al coloquio igualitario entre mujeres y hombres. Los salones cortesanos del siglo XVIII son testigos de la transformación moderna que pone en marcha el corsé.
En lo fundamental, el corsé drag consiste en un llamado a reescribir las retóricas de la guerra con perspectiva de amor social, como resto intangible pero perceptible como huella, como significante, como mito originario, como relato esencial del fuego de ser, diría Agamben (2016).
El amor no-romántico, solidario, se manifiesta como esencia, como fuego que escribe la existencia. Ser que se comprende, que se hila, que se teje, se "excribe" como promesa de lengua del cuerpo, como corsé abierto al mundo como el estilo de la igualdad. Cuando toda escritura colapsa por la acción de las guerras, resta aún en aquélla el significante de la solidaridad positiva, el amor social. Resta ese espacio vital que configuran las mujeres a través del arte de la conversación.
Todo arte es conversación libre e igualitaria. En el siglo XVIII el corsé devela en los salones de quienes producen cultura una vocación de conversación propia de lo humano, vocación de igualdad. En la transmodernidad el corsé convoca a hilar vida solidaria, valga la redundancia. Sin igual no hay vida real, es decir, imaginada con otras, otros y otres. Vida es hilo igualitario y relacional, sutura originaria y restitución de la diferencia con paz y justicia cultural. El corsé se constituye en un canto a la vida que no cesa de reinventarse a través de cada uno de sus versos, de sus muertes anunciadas; canto, vida, libertad y mujer configuran la misma realidad: esencia que reclama ser cantada, escrita, danzada, hilada por una poeta. El canto del corsé y su esencia, la solidaridad positiva, el amor social, no individual, inventan la vida transmoderna. Como las artes disidentes de nuestros días, con sus cantos, María Mercedes Carranza cantó al amor, a la paz que emerge de la red que tejen las artes.
Los, las y les esperamos este miércoles en el salón 125 de la Facultad de Artes ASAB.
Bibliografía:
Agamben, Giorgio (2016). El fuego y el relato.
Carranza, María Mercedes ( 2004). Poesía Completa y cinco poemas inéditos. Deleuze, Guilles; Parnet, Claire ( 2004). Diálogos.
Derrida, Jacques ( 2015). Clamor.
Sistema Integrado de Comunicaciones
Fuente de información:
Facultad de Artes - ASAB
Estéticas drag, trans y queer para una sociedad igualitaria
Universidad Distrital Francisco José de Caldas