Publicado el 28 de junio del 2022 - Actualizado el 28 de junio del 2022

Qué hoy y todos los días sean motivos para exaltar la diversidad de cuerpos, mentes y almas, que la alegría nos permita inundar la sociedad para poder gritarle al mundo entero que somos una multiplicidad de existencias que amamos, reímos, lloramos, sentimos y pensamos como los demás seres humanos, que no necesitamos de un día o un mes para reivindicar el derecho a ser, a vivir, a educarnos, a trabajar, a amar y a decirle a la sociedad que todas las personas somos iguales en derechos y que la superación de la discriminación y la violencia hacia nuestra pluralidad empieza por trascender la concepción de tolerancia, pues tolerar no es reconocer, aceptando que solo el reconocimiento de nuestra enunciación como sujetos individuales y colectivos hará posible el diálogo y la construcción social. 

Hoy, a 53 años de la redada policial en el pub Stonewall Inn en Nueva York, la cual ocasionó múltiples protestas contra un sistema que ha perseguido a las personas por su identidad de género u orientación sexual; se conmemora el 28 de junio como día del Orgullo LGBTIQ+, dando lugar a diversas manifestaciones frente a la opresión y la represión de las que han sido objeto las personas gays, lesbianas, bisexuales, transgénero, intersexuales, queer, entre otras, como una una consigna de lucha contra la discriminación. En este día, se busca profundizar el trabajo por la búsqueda de igualdad de derechos, se reclama por el reconocimiento, el respeto, la no violencia y la libertad para decidir sobre el propio cuerpo. 

Aun en nuestros días, es recurrente encontrar resistencias hacia las diversidades de género, cultura, pensamientos, orientaciones sexuales y costumbres. En un mundo cimentado bajo parámetros concebidos socialmente como “normales” y “naturales”, ser o pensar diferente se ha constituido en la causal de múltiples vulneraciones y coacciones de los derechos humanos. El no estar bajo los parámetros establecidos, la heteronorma, el binarismo y la construcción social que se hace del sexo y el género, bajo la imposibilidad de comprender identidades diferentes a las asignadas a hombres y mujeres, ha determinado un ethos y logos de discriminación y minorización de quienes tienen experiencias de vida diferentes o simplemente aman sin distinción de etiqueta en nuestras sociedades.

Es necesario señalar, para la reflexión, que la discriminación y la violencia, como resultado del desconocimiento de las diversas identidades de género y orientaciones sexuales, han sido generadoras de graves vulneraciones a los derechos fundamentales y la dignidad humana, más aún en contextos donde se materializan múltiples opresiones relacionadas a la pertenencia étnica, la condición social, política y económica. Dichas situaciones, lamentablemente y en los casos más extremos, han dado como resultado el asesinato y el transfeminicidio, presentándose éstos como eslabones finales en una cadena de agresiones, generando miedo y resistencia a reconocernos como seres diversos. 

¡Qué la indiferencia y el miedo no nos impida dar un paso hacia la configuración de una sociedad humana, justa y libre! Porque todos los seres humanos somos iguales en derechos y porque la academia se construye desde la pluralidad, hoy decimos SomosOrgulloUD
 

Sistema Integrado de Comunicaciones
Fuente de información: Rectoría
Angely Katherine Torres Melo - Asesora de Asuntos de Género, Diversidades Sexuales y Derechos Humanos
Universidad Distrital Francisco José de Caldas