La Decanatura de la Facultad de Ciencias y Educación de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, docentes y estudiantes de la Licenciatura en Química lamentan la partida de la profesora

MARÍA ESPERANZA BULLA NIETO

La comunidad académica guarda gratos recuerdos de la profesora como excelente maestra, amiga y profesional, su partida deja un importante legado de conocimiento, investigación y reflexiones.

Acompañamos a su familia y amigos en este duro momento.

 Sit tibi terra levis

Compartimos reseña escrita por el Profesor Miguel Delgado, Docente Titular TCO en homenaje a la profesora MARÍA ESPERANZA BULLA NIETO

Hoy, con una mezcla de tristeza y orgullo, la Facultad de Ciencias y Educación y el Proyecto Curricular de Licenciatura en Química, deseamos honrar la figura de nuestra compañera, la profesora MARÍA ESPERANZA BULLA NIETO por su fallecimiento. 

Nos asiste una serena certeza de que no se trata de rendir culto al formalismo sino que estamos movidos por el ánimo de sus calidades profesionales y humanas.

Hablar de su trayectoria, que pareciera innecesaria dado que todos la conocimos y convivimos con su dedicación y entrega, es una tarea placentera y que nos precia del orgullo de haberla tenido entre nosotros: Era una investigadora en el campo de la química orgánica y su enseñanza que nunca se detuvo en la adversidad de los tropiezos; fue una incansable trabajadora que amaba lo que hacía y confiaba en sus esfuerzos a pesar de la enfermedad que la acosó; vivió en y para esta noble causa de la vida universitaria, apartando para ella sus mejores momentos y la brillantez de su ingenio; ignorante de toda fatiga, siempre entregó ánimo y orden. Fue docente en el ejemplo, investigadora inquisitiva y tocada con los dones del servicio a la sociedad. 

MARÍA ESPERANZA, fue un magnífico ser humano que buscó el equilibrio que a todos falta: entre la solemnidad de su trabajo y la broma alegre, entre su dón de gentes y el toque de maestra, habitó nuestros corazones. 

Donde quiera que habite, MARIA ESPERANZA,  tiene asegurado un templo del recuerdo, que situará entre nosotros la presencialidad de sus principios y la huella indeleble de sus responsabilidad y compromiso. 

A su familia, el cálido abrazo de esta comunidad universitaria que tuvo el honor de haber contado entre sus huestes a una enamorada de la vida en cuyo honor escribimos esta reseña.

Muchas gracias.