Publicado el 24 de febrero del 2025 - Actualizado el 24 de febrero del 2025

El lunes 17 de febrero la Universidad Distrital fue sede de la Audiencia Pública que la comisión del Congreso encargada de los asuntos de educación, convocó para debatir y escuchar las voces que desde la sociedad se tienen con respecto a la modificación de la ley 30 de 1992 para cambiar el modelo de financiación de la Educación Superior Estatal. La Universidad debe autofelicitarse por facilitar un espacio en el que alrededor de 500 participantes de todo el país se dieron cita para manifestar sus puntos de vista sobre lo que esperan, sea un nuevo modelo financiero para las Instituciones de Educación Superior, IES.

Allí se escuchó a voceros de las asociaciones que agrupan a los docentes, a los estudiantes, a empresarios de la educación y a agremiaciones de las IES técnicas y tecnológicas. El espacio contó además con la presencia del Ministro de Educación, el Viceministro de Educación Superior y también de directivos de las Universidades públicas. No faltaron tampoco las clásicas pancartas de los estudiantes ni sus reiteradas consignas ya conocidas: ¡No la dejés, no!, ¡no la dejés, no!; ¡no la dejés privatizar!, en referencia a las Universidades estatales. En el curso de la semana se obtuvo además la primera victoria en el trámite de esa reforma, cuando fue aprobada por unanimidad en la Comisión de Asuntos Educativos del Senado.

Del balance de esa reforma quedan hasta el momento tres conclusiones: las organizaciones de la sociedad civil, especialmente de los jóvenes, siguen teniendo una capacidad de convocatoria y movilización nada desdeñable; esas mismas organizaciones que pueden incidir de algún modo en cambiar el modelo de financiación de la educación superior, conservan la misma visión de hace años: incrementar la base presupuestal desde la que se debe hacer el cálculo para los incrementos financieros de los años posreforma y, por último, la creencia de que incrementar el presupuesto de la educación superior se va a traducir en más cobertura y más calidad para el Sistema de Universidades del Estado, SUE,  y el resto de IES técnicas y tecnológicas.

Dicho sea de paso, este último elemento es quizá la novedad: que se incluye a las IES técnicas y tecnológicas estatales en la distribución de los incrementos presupuestales que se logren. De resto, lo que mostró la audiencia pública, es que sigue prevaleciendo la visión de que, a más presupuesto para las IES del Estado, habrá más docentes de carrera vinculados; mejor bienestar para los estudiantes y docentes y más y mejores recursos de infraestructura. Es cierto, que las voces de estudiantes advirtieron que reclaman más presupuesto para la Educación Superior Estatal, no para los rectores o las direcciones de las Universidades y resto de IES y, por supuesto, que harán veeduría y control social a la destinación de los nuevos recursos que se pacten.

Lo que muestra la experiencia; sin embargo, es que la cultura de las IES del Estado no escapa a los tradicionales manejos de la política tradicional, incluyendo aquella que depende de las fuerzas de izquierda que operan sobre todo al interior de las universidades y en especial porque la mayoría de IES están insertas en el circuito de poder de las élites regionales del país.

También se hace evidente que, en un momento de aplicación de la Matricula Cero en las IES estatales, aquello de ¡no la dejés privatizar!, ya suena desactualizado. Sería deseable, por ejemplo, prever destinar recursos públicos para usar la capacidad instalada de muchas universidades privadas populares, más cuando uno de los problemas recientes de la educación superior, es lo poco atractiva de la oferta académica actual para los jóvenes.  Pero también, que la reforma en curso previera una gobernanza distinta para los nuevos recursos, incluyendo, incluso, que la designación de rector no estuviera tan atada al gobierno de turno en gobernaciones, y en menor medida, a alcaldes y Presidencia.

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Fuente de información: Instituto para la Pedagogía, la Paz y el Conflicto Urbano - IPAZUD
IPAZUD - David Navarro Mejía
Universidad Distrital Francisco José de Caldas